Tejiendo éxito a través de generaciones
Hace décadas, en el corazón de la tierra, Juan Bautista Rotta inició su historia. Desde una edad temprana, se sumergió en el mundo del trabajo duro en el campo, aprendiendo cada surco y cada secreto que la tierra tenía para ofrecer, su vida fue un ejemplo de superación y dedicación, comenzando desde joven a labrar la tierra con sus propias manos. Cada jornada, cada gota de sudor, era una inversión en un sueño que crecía.
A los 26 años, Juan Bautista Rotta dio un paso audaz. Con la determinación arraigada en su espíritu, adquirió la tierra que se convertiría en el alma de CITRUS FRANCO.
La semilla de esta historia se plantó cuando, en 1997 la familia recibía la bendición de un nuevo miembro, el primer hijo de Manuel Juan Rotta, el primer nieto que daría nombre a esta empresa no solo llegaba una bendición, sino también una visión audaz. En el telar de la vida, Juan Bautista Rotta y su hijo, Manuel Juan Rotta, dieron vida a un sueño que hoy perdura como CITRUS FRANCO
Este legado comenzó con la visión audaz de Manuel Juan, quien, con una chispa de inspiración, propuso una inversión que transformaría el horizonte de la familia Rotta. Unidos por el deseo de construir algo perdurable, padre e hijo decidieron materializar este sueño con sus ahorros, fruto de años de trabajo incansable en la tierra, donde esta inversión se convertiría en la base de un futuro próspero.
Con sus ahorros, fruto de años de trabajo dedicado en la tierra, padre e hijo iniciaron la construcción de la primera parte del empaque. Cada ladrillo simbolizaba la fuerza de su compromiso y el inicio de una tradición familiar.
El año 2002 marcó un capítulo crucial. Guiados por una visión que trascendía fronteras y respaldados por el apoyo inquebrantable de sus clientes, decidieron embarcarse en una inversión para ofrecer servicios de exportación. Aprendieron, crecieron y se adaptaron día a día, superando desafíos con tenacidad y determinación.
Desde entonces, CITRUS FRANCO ha evolucionado, centrándose en el servicio de exportación y el mercado interno. Cada caja que sale de sus instalaciones lleva consigo la historia de una familia que transformó adversidades en oportunidades, con la mirada puesta en el horizonte de convertirse algún día en exportadores destacados.
La visión compartida y la fortaleza heredada de generación en generación han llevado a CITRUS FRANCO a tejer su éxito a través del tiempo. Con cada fruto que viaja desde su empaque, se cuenta una historia de dedicación, crecimiento y un compromiso constante con la excelencia.
Misión
Somos una empresa industrial dedicada a brindar servicios de exportación a los distintos destinos. Con mercado interno propio y a terceros.
Visión
Posicionar a CITRUSFRANCO como un empaque de vanguardia, reconocido por la calidad, eficiencia e innovación en sus procesos, optimizando los circuitos de empaque basados en tecnología de vanguardia y así y dar el paso al mercado internacional exportando nuestros productos.
VALORES
Orientación al cliente
Nos comprometemos a atender las necesidades de nuestros clientes internos, externos y consumidores comprometiéndonos a fondo y ejecutando procesos de excelencia.
Integridad sustentada en la honestidad y el respeto
Mantenemos un compromiso permanente con la honestidad y el respeto. Actuamos siendo congruentes entre lo que hacemos, pensamos y decimos. Preservamos el patrimonio de la empresa y colaboradores.
Desarrollo de nuestro capital humano
Fomentamos un ambiente de alta motivación y reconocimiento que nos impulse al éxito en los resultados. Apoyamos las iniciativas de nuestros colaboradores promoviendo que cada persona decida con sus acciones cuánto desea crecer. Nos comprometemos formar a nuestro capital humano para el desarrollo de habilidades y competencias que permitan lograr los resultados esperados.